“…de pie te grito: Quiéreme!”
Neruda
Corazonado
Benditas sean tus manos,
que al simple roce estremecen los hilos
más ocultos de mi ser.
Tus ojos adormecidos,
incapaces de mirar mi corazón helado.
Tus labios transparentes,
que laten incesantes y trastornan mis venas
y el líquido intermitente que por ellas navega.
Te lo pido de rodillas,
Te lo imploro con mis manos en el cielo
Adórame, quiéreme, ámame!
Y derrumba esta pena que me agobia.
Y construye tu vida
Sobre las ruinas de mi tierra ennegrecida.
Neruda
Corazonado
Benditas sean tus manos,
que al simple roce estremecen los hilos
más ocultos de mi ser.
Tus ojos adormecidos,
incapaces de mirar mi corazón helado.
Tus labios transparentes,
que laten incesantes y trastornan mis venas
y el líquido intermitente que por ellas navega.
Te lo pido de rodillas,
Te lo imploro con mis manos en el cielo
Adórame, quiéreme, ámame!
Y derrumba esta pena que me agobia.
Y construye tu vida
Sobre las ruinas de mi tierra ennegrecida.