Hello mini amiguitos! jeje... aquí estamos y aquí seguimos, en esta corriente voluptuosa de seguir adelante pero amarrados a lo que hemos hecho antes, a lo absurdo, a lo inhumano. Queriendo avanzar a pasos agigantados aún cuando nos revolcamos en los pensamientos indescifrables de los errores cometidos, arrastrando cual Santa la gigante bolsa de los regalos de antaño. I want you... I want you so ba a a aaad! vivimos repitiendo, a ese carro, a esa casa, a ese tipo buenote, a esa tipa explotada, al cuerpo que queremos tener en diciembre y que engordamos desde enero, a ese celular de última generación con itunes, outlook, facebook, msn y que con el software apropiado, lanzaría cohetes a la luna. Pero, nos saboteamos, vemos al tipo y salimos corriendo porque ese día se nos cayó una uña acrílica, vemos el celular, pero no nos alcanza la quincena, vemos el carro pero ni pensar en anotarnos en la lista de 3 años para la espera. Vemos tantas cosas que queremos y rechazamos y todo por qué? porque tenemos los chips instalados en nuestro cerebro que nos repiten: no tienes dinero, no tienes el cuerpo, no tienes la estatura, tienes que ganártelo... como si vivir cada día, respirando, aportando nuestros impuestos y viajando 4 horas diarias para llegar al trabajo no son razones suficientes para haberlo ganado.
Hoy los invito a reunir todo ese auto-saboteo (o sabotaje) en su pecho, amoldarlo entre sus manos como quien amasa una arepita (cierren sus ojos para darle un efecto más emblemático) aprovechen las horas que pasan dentro del baño deshaciéndose de las suciedades del cuerpo, para deshechar las suciedades del alma, hagan su bolita... y regálenla al universo, transformada en energía. Libérense, nadie lo podrá hacer por ustedes...
Luego regresan a estas humildes páginas y me cuentan como les fue con el carro nuevo.
Hoy los invito a reunir todo ese auto-saboteo (o sabotaje) en su pecho, amoldarlo entre sus manos como quien amasa una arepita (cierren sus ojos para darle un efecto más emblemático) aprovechen las horas que pasan dentro del baño deshaciéndose de las suciedades del cuerpo, para deshechar las suciedades del alma, hagan su bolita... y regálenla al universo, transformada en energía. Libérense, nadie lo podrá hacer por ustedes...
Luego regresan a estas humildes páginas y me cuentan como les fue con el carro nuevo.
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